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Estos dos tipos de rentas se comportan de manera diferente: están diseñadas para distintos perfiles de inversión, ¿cómo saber cuál es el que te funciona?

¿Qué es y cómo funciona la renta fija y la renta variable?

Por una parte está la renta fija que es un activo financiero similar a un préstamo, ya sea de deuda pública o privada. En estos casos, la deuda total se divide entre un gran número de prestamistas que la han comprado y a eso se le conoce como título de deuda o bono.

Por otro lado está la renta variable que es aquella que se refiere a las inversiones en acciones de empresas. Para este caso, el inversionista compra una acción, porque confía o le parece atractiva la oportunidad. En este tipo de renta influyen factores externos e internos: políticos, sociales, económicos o las ganancias y pérdidas internas.

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Diferencias entre renta fija y renta variable:

La renta fija está diseñada para perfiles más conservadores y la variable para los que son un poco más arriesgados.

Una de las mayores diferencias entre estas dos opciones es que la renta fija es una inversión a un plazo de vencimiento con devolución a capital, eso quiere decir que desde el momento en el que el inversionista compra ya conoce qué rendimientos obtendrá y en qué periodo de tiempo

El principal riesgo que tiene el inversionista de renta fija es que la institución emisora no pague la deuda y para eso, existen unos rankings profesionales que califican el nivel de riesgo.

En el siguiente esquema te mostramos qué tipo de renta se puede adaptar mejor a tu perfil como inversionista:

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¿Qué tipos de activos encuentras?

Renta fija

Letras hipotecarias: emitidas por los bancos para financiar la construcción de vivienda.

Bonos corporativos y bancarios: emitidos para buscar financiamiento de corto, mediano o largo plazo.

Bonos del Banco Central o Tesorería: ofrecen ser libres de riesgo de crédito.

Depósitos a plazo: ofrecen una rentabilidad potencialmente más segura y un plazo establecido.

Renta variable

Acciones: devuelven montos percibidos por dividendos de las compañías, en porción de acción o en efectivo.

Fondos de inversión Colectiva (FIC): son un patrimonio común reflejados en unidades de inversión.

Derivados: se refieren a activos financieros o commodities que tienen un valor derivado, dependiendo de su evolución. Pueden ser tasas de interés, monedas, índices, petróleo, alimentos, etc.

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¿Cuál de las dos elegir?

Ninguna es mejor que la otra, sino que aportan diferentes oportunidades, dependiendo de los objetivos de cada inversionista.

Decidirse por las dos es ir por el camino de la diversificación, ya que puedes invertir en mercados, industrias, productos y tipos de activos diferentes.

Lo importante es que, de acuerdo a tu tolerancia al riesgo, y horizonte de inversión, busques las opciones que se acomoden a tus objetivos.

Ahora que ya conoces las características Skandia puede asesorarte para que, junto con tu Financial Planner, encaminen tu plan de inversión de acuerdo a las oportunidades y características de este tipo de activos.

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Soluciones de inversión con Skandia.

En Skandia tenemos opciones para cada objetivo y necesidad del inversionista actual.