La criptomoneda más negociada del mercado vive uno de sus mejores momentos
En cuestión de meses, Bitcoin pasó de estabilizarse cerca de los USD 100.000 a rozar niveles por encima de los USD 120.000. El repunte combina avances regulatorios, flujos institucionales y un entorno en EE. UU. que encendió el apetito por activos alternativos para diversificar y disminuir la volatilidad. Bitcoin es una moneda digital descentralizada, que funciona sin intermediarios como bancos o gobiernos.


EE.UU.: entorno regulatorio más favorable
El impulso empezó con la aprobación de los ETF de Bitcoin al contado en 2024, que abrieron la puerta a inversionistas tradicionales.
En 2025 llegaron dos hitos más en medio del segundo mandato de Donald Trump, que es abiertamente pro cripto: la Ley Genius, primer marco federal para regular stablecoins, y la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que permitiría a planes de jubilación como los 401(k) acceder a activos digitales. El mensaje fue claro: los criptoactivos ya juegan dentro del sistema financiero.

Mayor demanda en carteras y ETFs
Pero el auge no solo se explica por lo regulatorio. El contexto macro añadió combustible: el debate sobre la ley de recortes fiscales, la rebaja de calificación de Moody’s y la preocupación por el déficit elevaron la cautela. La Reserva Federal mantiene las tasas sin cambios, mientras el dólar se debilitó por la guerra arancelaria —especialmente con China— y el riesgo de que la inflación repunte. En ese panorama, Bitcoin reaparece como alternativa frente a monedas tradicionales sometidas a decisiones fiscales y monetarias inciertas.

En América Latina, su papel es aún más marcado
El Salvador lo adoptó como moneda de curso legal en 2021. En Argentina y Venezuela, se usa como resguardo ante devaluaciones. En Colombia, aunque la Superfinanciera indicó que no es moneda de curso legal, la adopción avanza: 5,6 millones de personas —cerca del 8% de la población— ya participan en activos digitales, ubicando al país tercero en la región, detrás de Brasil y Argentina.
El momento de Bitcoin combina reglas más claras, mayor adopción institucional y un mundo que busca alternativas.
Su potencial convive con riesgos propios de un activo volátil: subidas y caídas rápidas, y necesidad de buena custodia y disciplina. Para quienes buscan una exposición ordenada y regulada, Skandia ofrece invertir en Bitcoin a través del ETF iShares Bitcoin Trust de BlackRock, listado en EE. UU. Este vehículo replica el precio del activo y permite participar en su desempeño sin necesidad de comprar o custodiar criptomonedas directamente, integrándolo dentro de una estrategia diversificada.
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